Configurar cookies
Utilizamos cookies propias y de terceros para ofrecerle nuestros servicios, mostrar vídeos, obtener estadísticas y ofrecerle publicidad personalizada.
Más información en nuestra política de cookies.
03/03/2017
Castilla y León, es referida en su Estatuto de Autonomía como “comunidad histórica y cultural”. Su propio nombre lo dice: tiene una gran importancia histórica y cultural, y posee un Patrimonio Histórico-Artístico de valor incalculable. La Semana Santa en Castilla y León, es también muy especial. Indicamos aquí los destinos imprescindibles:
1. Semana Santa de Valladolid.
Una de las fiestas que se viven con más devoción en Valladolid, es su Semana Santa. Sus tallas policromadas, son de un valor incalculable. De hecho, Valladolid goza de tener la sede del Museo Nacional de Escultura en el Colegio de San Gregorio. Ellas son las protagonistas de estos días. Cada procesión es una exposición artística. A lo largo de la Semana Santa, las ciento cuatro imágenes, salen en procesión para ensalzar el vínculo entre la religión y el arte en esta ciudad. Dicha Semana Santa, está también declarada de Interés Turístico Internacional, siendo además la que representa la Pasión de Cristo con mayor rigor histórico, fidelidad y detalle. Entre sus procesiones, sobresalen la del Sermón de las Siete Palabras, y la Procesión General de la Sagrada Pasión del Redentor. Ambas tienen lugar el Viernes Santo.
2. Semana Santa de Salamanca.
Otra de las grandes fiestas de Castilla y León, es la Semana Santa de Salamanca, siendo su acontecimiento religioso principal. Cada año, reúne a los salmantinos y visitantes, que estén dispuestos a participar en las celebraciones. Esta ciudad cuenta con dieciséis cofradías, hermandades y congregaciones, que organizan las veintidós procesiones y otros actos. Las más destacadas, son sin duda el Acto del Descendimiento, la Procesión del Santo Entierro (ambas el Viernes Santo), y la del Encuentro (el Domingo de Resurrección).
3. Semana Santa en Ávila.
La Semana Santa en Ávila, está declarada de Interés Turístico Internacional. De entre sus numerosas manifestaciones, destaca la procesión del Miserere del Martes Santo, entonándose este canto durante el desfile nocturno, en medio del silencio. El Jueves Santo, lo protagoniza la Procesión de los Pasos, que se celebra desde el siglo XVI. También es indispensable ver el Vía Crucis de Penitencia el Viernes Santo, ya que recorre la muralla del Casco Histórico de Ávila, creando una atmósfera mágica.
4. Semana Santa de Zamora.
La primera referencia de que se tiene de la Semana Santa de Zamora, data del siglo XIII. Está declarada de Interés turístico Internacional. Aquí destaca el contraste entre las procesiones diurnas y nocturnas: el silencio y el recogimiento durante la noche, y la música y luminosidad de día. Destacan algunos desfiles legendarios, como el del Cristo de las Injurias el Miércoles Santo, o la del Jesús Yacente en la noche del Jueves Santo, con un impresionante Cristo del siglo XVII y cantando e Miserere al pasar la medianoche. La Cofradía de la Vera Cruz, sale ese día también, y es una de las más antiguas de España.
5. Semana Santa de Burgos.
Sus manifestaciones litúrgicas, tienen su origen en el siglo XIII. De hecho, la mayoría de las cofradías actuales de Burgos, provienen de la Edad Media, época en la que se asociaban a algún gremio laboral (plateros, zapateros…). Aquí, la fiesta comienza el viernes de Dolores al anochecer, con un Rosario penitencial acompañado de antorchas. Dos momentos únicos, son las procesiones del Encuentro (El Jueves Santo entorno a la Catedral), y la del Santo Entierro el Viernes Santo. También merece la pena la Procesión del Anuncio Pascual el Domingo de Resurrección, en la que se “danza del santo”.
6. Semana Santa de León.
Durante estos días, desfilan las extraordinarias tallas, realizadas en talleres de destacados escultores barrocos. La Semana Santa de León, tiene su origen en el siglo XVI y es también muy especial. Durante diez días las 16 hermandades, además de las procesiones, organizan rondas líricas, conciertos o pregones. Unos actos que se celebran con gran expectación popular, desde la Salida de la Virgen del Camino, hasta la suelta de palomas del Domingo de Resurreción. De sus procesiones, destaca la del Cristo de las Injurias, representándose los actos de la Pasión, y la Ronda y la Procesión de los Pasos. Durante toda la noche del Jueves santo, los cofrades anuncian a golpe de campana, clarín y tambor, la salida del cortejo a las 7,30 de la mañana del Viernes Santo. El Encuentro de la Virgen Dolorosa y San Juan en la Plaza Mayor, es uno de los momentos más esperados.
7. Semana Santa de Ponferrada (León).
Las procesiones de Ponferrada, tienen como especialidad el “lambrión chupacandiles”. Un cofrade vestido de negro, acompañado de niños, que hace sonar una campana por las calles del pueblo, anunciando el comienzo de las procesiones. El viernes Santo, tiene como protagonista en Ponferrada a la procesión del Encuentro. En ella se convocan los miembros de la Hermandad Jesús Nazareno, al ritmo de timbales y candiles. Además, una costumbre muy popular para acompañar la tradición religiosa, es beber una “limonada” en cualquier bar o cafetería.
8. Semana Santa de Palencia.
Desde el siglo XV, Palencia celebra su Semana Santa muy caracterizada por la fe, el silencio y fervor religioso en sus calles. La austeridad y sobriedad, son el complemento de todas sus procesiones, en las cuales desfilan tallas centenarias. En las noches del martes y miércoles, se produce la “llamada de los hermanos” con una particular tradición: mediante golpes en las puertas y de corneta, se llama a la gente para participar en las procesiones. El sonido del típico “tararú” es el que acompaña a los desfiles: identificar paradas y reanudaciones del recorrido procesional, con cornetas y coro de niños. Todo un espectáculo. La Semana Santa termina con el tradicional reparto de panes, almendras y limonada para anunciar la Resurrección de Cristo.