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13/04/2018
Ya está aquí la semana más festiva de Sevilla: La Feria de Abril. Una semana en la que la ciudad vive para la música, la gastronomía, el baile y las ganas de pasarlo bien de forma muy especial.
Sin duda, la Feria de Abril es una de las fiestas más populares de la capital hispalense. Se creó en el año 1847 como feria ganadera. Con el paso del tiempo, su aspecto más festivo se convirtió en el acontecimiento más destacado de estas fechas, siendo hoy una cita imprescindible. Más de mil casetas se instalan durante una semana en el recinto ferial, transformándose incluso en el segundo hogar de los sevillanos. Son espacios para compartir y divertirse en compañía, durante el día y de noche hasta altas horas de la madrugada.
La fiesta empieza oficialmente con la “prueba del alumbrao”. Un encendido de miles de bombillas de colores puestas por todo el recinto ferial, y el de la portada principal. Esta portada, incluso puede alcanzar los 50 metros de altura, y todos los años varía. En ese momento, ya están instaladas las casetas, organizadas por varios socios, bajo el concepto de un espacio íntimo en el que estar con amigos, familiares e invitados. En ellas se ofrecen los productos típicos de la ciudad, el vino, cantes, buenas conversaciones, y por supuesto, se bailan sevillanas. Ese ambiente festivo, se traslada al exterior, donde se puede ver a la gente bailar en la calle, y los mismos sevillanos invitan a unirse a esta celebración a todos los viandantes.
Es importante resaltar, que la mayoría de las casetas que se instalan en la feria son privadas, accediéndose a ellas mediante invitación de alguno de los socios o conocidos. Pero también las hay públicas donde se puede acceder libremente. Éstas son indicadas por la oficina de información que se encuentra en la entrada a la Feria.
Durante los días que dura la Feria, la gente suele vestirse con los trajes típicos andaluces: los hombres llevan su indumentaria campera tradicional, y las mujeres su vestido flamenco o de gitana. De día, discurren por la feria cientos de amazonas (mujeres vestidas de flamenca a caballo), jinetes y carruajes exquisitamente decorados. En el paseo de los caballos, es posible participar de este recorrido, alquilando una calesa con un conductor. Junto al recinto ferial, se encuentra la Calle del Infierno. Esta es una zona lúdica y animada, con un montón de atracciones para los más pequeños y adultos, además de puestos para tomar una bebida o un refresco.
Otro de los elementos imprescindibles de la Feria, son los toros. Todas las tardes, la Plaza de la Maestranza celebra su correspondiente corrida taurina. Las entradas y abonos se pueden conseguir con antelación, llamando por teléfono ó en la propia web oficial de la plaza.
Y, después de una semana de fiesta, el domingo a media noche se despide la Feria de Abril hasta el año siguiente, con un increíble espectáculo de fuegos artificiales.
Más información: visitasevilla.es