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El Museo Arqueológico Nacional (MAN) es una institución de referencia a nivel internacional. A través de su increíble colección podremos recorrer la Prehistoria, los tiempos de la Hispania romana o Al-Andalus. Además, posee muchas piezas de origen egipcio o nubio.
A continuación, te proponemos un recorrido por el MAN a través de cinco de sus piezas. No son las más conocidas y con gran probabilidad tampoco sean las más representativas a nivel artístico o histórico. Eso sí, son una muestra muy clara de lo que el museo representa y posee en su interior.
La Bicha de Bazalote es probablemente una de las esculturas más peculiares y llamativas del MAN por su forma y nombre.
Encontrada en Bazalote (Albacete), en un primer momento fue estudiada por un grupo de arqueólogos franceses. Esto determinó que tuviese esta peculiar denominación. Se le dio el nombre de “biche” (en castellano “bicha”) porque se pensaba que era una especie de cierva.
Son pocos los datos que se tienen de la misma. Se ha datado aproximadamente en el siglo IV a.C. y se ha identificado como una de las muestras más importantes de arte íbero. La realidad es que es una especie de esfinge, en la que destaca su cuerpo de toro y su cabeza de hombre. Una estética de claras influencias orientales, fruto del contacto de los pueblos íberos con estas civilizaciones griegas. Se cree que formó parte de algún monumento funerario.
Aunque sea algo que por lo general se obvia, el archipiélago Balear estuvo en su momento ocupado por Cartago. Este periodo abarcó aproximadamente desde el siglo VII a.C. hasta el fin de las Guerras Púnicas en el siglo II a.C, cuando Roma ocupó el territorio.
De este periodo han quedado algunos restos. Uno de ellos es la Dama de Ibiza, datada en el siglo III a.C. y encontrada en la necrópolis de Puig des Molins. Realizada en arcilla, se especula que sirvió para guardar reliquias o cenizas funerarias. Al parecer, es una representación de la diosa Tanit. Su importancia se basa en que es una de las muestras en mejor estado de conservación y de mayor tamaño de arte cartaginés en territorio español.
La denominada momia guanche de Madrid o del Barrancho de Herques es una de las muestras mejor conservadas y más representativas de la cultura guanche. Esta cultura, única en el mundo, habitó la isla de Tenerife antes de la llegada castellana en el siglo XV.
A día de hoy no se conoce con exactitud en qué punto tinerfeño se encontró esta momia, se atribuye a la zona del Barranco de Herques pero no se puede confirmar con rotundidad. Llegó a Madrid en el siglo XVIII como un regalo para Carlos III y tras pasar por la Exposición Universal de París en 1878 y el Museo Nacional de Antropología llegó al MAN en 2015.
Es un individuo masculino, momificado desde el siglo XI a.C. y en un espectacular estado de conservación. Esto ha determinado que se pueda analizar genética o fisiológicamente cómo eran los aborígenes tinerfeños. Sin duda alguna, una de las muestras más interesantes del MAN.
De arte andalusí o hispanomusulmán podemos encontrar innumerables piezas en el MAN, todas ellas realmente interesantes y de gran calidad. Queremos destacar el denominado Bote de Zamora, una urna de marfil fabricada durante el Califato Omeya en algún punto indeterminado de la península.
Su autoría es todo un misterio y solo se conoce que quien lo fabricó recibía el nombre de “El maestro de Zamora”. La pieza es realmente bella y posee una serie de detalles únicos, tallados a la perfección en una superficie tan particular como el marfil. Por sus inscripciones se sabe que fue un regalo del califa Al-Hakam II a Subh, concubina y madre de su heredero Hisham II. Se desconoce cómo, pero en torno al siglo XIV llegó a la Catedral de Zamora. Desde ese momento pasó a formar parte del relicario de la misma hasta 1911, cuando llegó al MAN.
Si por algo destaca también el MAN es por su sección numismática denominada como “La moneda, algo más que dinero”. Dentro de la misma, además de piezas griegas, romanas o de tiempos contemporáneos llama la atención el tevau o “dinero pluma”. Una muestra de numismática procedente de la provincia de Santa Cruz, un grupo de islas que forman parte de las Islas Salomón.
La pieza es una especie de tira vegetal enroscada de aproximadamente 10 metros de longitud. Lleva pegadas una serie de plumas de mielero cardenal, un pájaro autóctono de la zona. El tevau era una moneda simbólica, que se heredaba y utilizaba para pagos rituales como el matrimonio o compras de alto valor. Se siguió utilizando prácticamente hasta 1970 a pesar de la introducción de monedas modernas. Es tal su valor histórico y patrimonial que el gobierno de Islas Salomón prohibió su exportación o salida del territorio. La pieza del MAN es una de las pocas que existen fuera de Oceanía.