Alcázar de la Puerta de Sevilla

El Alcázar de la Puerta de Sevilla, también conocido como Alcázar de Abajo en Carmona, recibe el nombre de la Puerta de Sevilla. Es un bastión defensivo que se encuentra en la parte Oeste de la ciudad.

Se hallaron restos arqueológicos que datan del período comprendido entre los siglos XIV y XII a.C. pero su origen es del siglo IX a.C. En este monumento se conserva la huella de la historia de Carmona y de Occidente, en la que esta ciudad ha sido partícipe. En los sillares de la Puerta de Sevilla se encuentra el legado de los fenicios, cartagineses, romanos, musulmanes y cristianos.
 

En la primigenia torre del siglo VIII a.C., los cartagineses diseñaron sus primeras trazas de planta cuadrangular, de robustez y firmeza para hacer frente a los romanos. En época romana, con Augusto, se reforzó y se reformó la estructura con varias puertas que hoy aún están en pie. Incluso, se construyó un templo del que hoy queda parte de su plataforma o podio. Los romanos siguieron realizando intervenciones en este lugar, especialmente en el siglo I d.C., hasta hacer de Carmo “la ciudad más fuerte de la Bética durante la antigüedad”, según César.
 

Con la llegada de los musulmanes también sufrió este conjunto algunas reformas. Se abrió un arco de herradura califal en el siglo X y otro de herradura apuntado más externo almohade (siglo XII). En el siglo XIV, con el reino de Pedro I, se reformó el conjunto por dentro.
 

Durante la segunda mitad del pasado siglo, el conjunto tuvo varias rehabilitaciones. En los sesenta se le despojó de las casas que estaban anejas. La última vez que se reformó fue en 1973, habilitándose el Salón de los Presos Bajo y Alto, la Torre del Oro y el Patio de los Aljibes. Desde la Torre del Oro se pueden contemplar increíbles vistas panorámicas del caserío de Carmona.