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Ochagavía es un pequeño pueblo de los Pirineos de Navarra. Está situado en el valle de Salazar, junto al bosque de Irati, que se cubre de vivos rojos y ocres cuando llega el otoño.
El encanto de este pueblo está fundado en su importante pasado histórico y en el cuidado al que sus vecinos han sometido cada rincón de la localidad: sus calles, sus típicas casas de piedra con tejados a dos o cuatro aguas, las casas blasonadas y sus palacios medievales.
Entre los monumentos civiles que destacan en Ochagavía se encuentra el Crucero, situado a la entrada del pueblo y construido en el siglo XVI; y el puente sobre el río Anduña. El cauce de este río, en su recorrido por el pueblo, crea una bellísima imagen de la pequeña localidad navarra.
La iglesia de San Juan Evangelista es un vasto templo que fue reedificado en el siglo XVI. Por su parte, la ermita de Nuestra Señora de la Virgen de las Nieves, en pleno corazón de la selva del Irati; y la ermita de Nuestra Señora de Muskilda, de estilo románico, son dos pequeñas iglesias que también forman parte del hermoso patrimonio artístico de Ochagavía.