Antequera

Antequera es esencialmente conocida por su patrimonio arqueológico y arquitectónico en el que destaca el Conjunto Arqueológico de los Dólmenes de Antequera: Menga, Viera y El Romeral. Estas construcciones funerarias son las más grandes de Europa. El paraje natural de El Torcal de Antequera, de origen kárstico, nos ofrece un paisaje impresionante.

La Alcazaba árabe domina Antequera desde lo alto de un promontorio. Posee una torre-campanario edificada en el siglo XVI para colocar en ella una campana y un reloj que, desde entonces, es conocido como el ‘Reloj de Papabellotas’. Este sobrenombre tiene que ver con su construcción, ya que para poder edificar este templete fue necesario vender unos terrenos en los que  se cultivaban bellotas. Muy cerca de esta antigua fortaleza árabe está el Arco de los Gigantes, que fue edificado aprovechando los restos romanos encontramos en el lugar en el siglo XVI.

Otro de los lugares más importantes de Antequera es la Real Colegiata de Santa María. Este templo, de una belleza extraordinaria y cuya fundación fue importantísima para la vida cultural de la ciudad de Antequera en el siglo XVII, fue proyectado según líneas arquitectónicas góticas tardías y renacentistas. La otra colegiata con la que cuenta Antequera, la Real Colegiata de San Sebastián, es otro de los templos insignes de la ciudad. En su origen fue proyectada como parroquia. La torre de San Sebastián, anexa a la colegiata, es una elegante construcción barroca. Lo más destacable de esta colegiata es su fachada de estilo plateresco dividida en tres cuerpos.

El convento de clausura de las Carmelitas Descalzas resulta también una visita interesante. Las piezas que alberga su museo contribuyen a promover la cultura antequerana, ya que el patrimonio histórico acumulado durante bastantes años en este convento es de enorme interés. En este destacan piezas de grandes maestros de la imaginería barroca: un busto de Dolorosa, del granadino Pedro de Mena (1628-1688). Por otra parte, en la sala de La Soledad, se encuentra la Virgen de Belén, una de las mejores esculturas del museo, atribuida a Luisa Roldán, ‘La Roldana’. El capítulo pictórico del museo merece también una atención especial, con lienzos de los siglos XVI al XVIII, con obras de autores como Antonio Mohedano, Luca Giordano o Atanasio Bocanegra, entre otros. Además, entre las piezas que guardan sus vitrinas se encuentra un Niño Jesús Pastorcillo, atribuido al murciano Francisco Salzillo, considerado el imaginero más representativo del siglo XVIII español.

En el palacio de Nájera se encuentra actualmente el Museo de la Ciudad de Antequera, donde puede admirarse la escultura romana del Efebo.

La gastronomía antequerana es famosa por sus deliciosos molletes, unos panes de origen árabe muy tiernos y poco horneados que ya tienen denominación de origen.