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Edificio de estilo arquitectónico inspirado en los cánones clasicistas sobria y armónicamente interpretados por Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera. Felipe II quiso que el edificio albergara: panteón, basílica, convento, colegio, biblioteca, palacio, etc. La construcción debía asumir las funciones de residencia Real, Monasterio y Panteón Real, combinando de manera acertada lo práctico y lo simbólico.
Juan Bautista de Toledo inicia las obras en 1563, a él se deben la planta general del edificio, la fachada meridional y el Patio de los Evangelistas. A su muerte cuatro años más tarde, Juan de Herrera, discípulo del anterior, las llevó a término en 1584, con tanto acierto que su obra dio origen a la denominada escuela herreriana. Estilo arquitectónico que se basaba en el protagonismo de la pureza de la línea frente a los elementos decorativos como columnas jónicas y dóricas y frontones triangulares, además de pináculos con bolas.
El Palacio es de planta rectangular, con sus cuatro torres que se levantan en los ángulos recuerda así la forma de una parrilla, instrumento de martirio de San Lorenzo y están cubiertas por chapiteles de pizarra del estilo típico de los Austrias. Presenta tres portadas monumentales, presidido por una estatua de San Lorenzo, obra de Juan Bautista Monegro, y por el escudo de Felipe II, fundador del Monasterio. Todas sus dependencias se encuentran amuebladas siguiendo fielmente el estilo y el gusto de la época. Existe una magnífica y bella colección de tapices sobre temas pictóricos, confeccionados en la fábrica de Santa Bárbara de Madrid sobre cartones de Goya, Bayeu o Mengs. Destacar la Sala de las Batallas, decorada con pinturas al fresco del S. XVI, una de las llamadas Salas de las Reinas, adornada con tapices de estilo pompeyano. En la torre de las Damas del Palacio de Carlos IV existen las habitaciones de las llamadas maderas finas, maquetadas y tapizadas con sedas bordadas.
La iglesia del monasterio tiene su acceso a través del Patio de los Reyes, denominado así por las seis estatuas de Reyes del Antiguo Testamento que hay colocadas sobre pedestales en la fachada del templo. Tiene planta de cruz griega. Las bóvedas fueron pintadas al fresco por Lucas Cambiaso y Lucas Jordán, el retablo del altar mayor está ornamentado con pinturas de Tibaldi y Zuccaro. Situado exactamente debajo encontramos el panteón de los Reyes, obra de Crescenzi, comenzado a construir en tiempos de Felipe III en estilo barroco, con planta octogonal. Por último el Panteón de los Infantes, de época de Isabel II, consta de nueve cámaras donde están enterrados reinas, príncipes e infantes.
Las Salas Capitulares constituyen un verdadero museo de la pintura con nombres de pintores como el Greco, Carreño, Sánchez Coello, Tiziano, Veronés, Van der Weyden y El Bosco.
La Biblioteca, de grandes y armónicas proporciones, fue proyectada por Juan de Herrera. Está decorada con bellas pinturas al fresco de Tibaldi y Pellegrino, que representan alegorías de las siete artes liberales presididas por la Filosofía y la Teología. Posee una importante colección de manuscritos de notable interés histórico, artístico y bibliográfico.
Otros edificios de interés son la Pinacoteca (escuelas alemana, flamenca y veneciana de los siglos XV, XVI, XVII), el Museo de Arquitectura (reproducciones de planos y documentos relativos a las obras), el jardín de los Frailes, la Casita de Arriba, con jardines de estilo italiano y la Casita del Príncipe de decoración neoclásica, construida en tiempos de Carlos III por el arquitecto Villanueva y destinada a casa de recreo del príncipe Carlos IV.
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