Concatedral de Santa María de la Redonda

Construida sobre un primitivo templo románico del siglo XII, debe su nombre a su planta poligonal circular. En el año 1453 adquirió el rango de Colegiata al fusionarse con ella la Iglesia de San Martín de Albelda.

Tiene tres naves y tres ábsides poligonales. Su portada principal consiste en un gran retablo de piedra cerrado por una verja que procede de la capilla del Santo Cristo. Está encuadrada por esbeltas columnas corintias. Consta de tres cuerpos y siete calles y se cubre mediante bóveda de horno en la que se encuentran los relieves de los cuatro Evangelistas, cuatro Ángeles y el Padre Eterno. Sufrió numerosas reformas durante el primer tercio del siglo XVI y el siglo XVIII.

En el interior destacan varios elementos: La sillería del coro, esculpida por Arnao de Bruselas y el retablo mayor, del siglo XVII, que representa la imagen del Árbol de Jesé en el que aparece la Virgen titular. La colección escultórica y pictórica es magistral, con obras de los talleres de Gaspar Becerra, Juan de Bazcardo, Navarrete el Mudo o Gil de Siloé. Las torres barrocas de este monumento, llamadas las “Gemelas”, fueron levantadas en el siglo XVIII por Martín Berritúa. También es importante el “Calvario”, de Miguel Ángel, quien pintó esta tabla para su amiga Vitoria Colonna.