Logroño

Por su situación en la Península, Logroño ha sido siempre un lugar de paso y una zona de conflicto debido a su carácter de frontera entre los distintos reinos durante la Edad Media.

El Parque del Ebro es uno de los parques más grandes de la ciudad y también su pulmón principal; y debe su nombre al río que la baña. El Ebro es atravesado a su vez por cuatro puentes, siendo el más destacado el Puente de Piedra, que es uno de los símbolos de Logroño.

La concatedral de Santa María de la Redonda, de origen románico y planta circular, adquirió el rango de colegiata al fusionarse con ella la Iglesia de San Martín de Albelda en 1453. En su interior pueden encontrarse grandes obras de arte como el «Calvario» de Miguel Ángel Buonarrotti. Por otro lado, el convento de la Merced fue construido en el siglo XVI y posteriormente desempeñó otras funciones como hospital y fábrica de tabaco. Actualmente es la sede actual del Parlamento de La Rioja.

La iglesia de San Bartolomé, de estilo románico, se encuentra situada dentro de las murallas de Logroño, cuya puerta y arco de Revellín son lo poco que queda de la fortificación. La iglesia de Santiago el Real es la más antigua en origen de Logroño, ya que se cree que este templo tuvo su precedente en los primeros años de cristianización de la zona. La iglesia de Santa María de Palacio es famosa en Logroño por su aguja gótica y por su retablo; y por albergar la magnífica talla gótica de la Virgen del Ebro.

En el casco antiguo de Logroño destacan las calles Mayor y Portales; y las casas medievales y renacentistas que allí se encuentran. Tal es el caso de la Casa de los Chapiteles, excelente ejemplo de arquitectura civil. El Paseo del Espolón es actualmente el centro financiero de Logroño y su plaza más célebre. Además, en la calle Laurel pueden degustarse los mejores platos de la cocina riojana.

De sobra es conocida la riqueza vitivinícola de La Rioja, que cuenta con su propia denominación de origen. Así pues, Logroño es una de las ciudades perfectas para los amantes del enoturismo, ya que cuenta con varias bodegas donde poder disfrutar y aprender sobre la cultura del vino. En el casco antiguo de Logroño es posible visitar los calados, bodegas con encanto propio situadas bajo las casas.

Otro de los espacios más interesantes de Logroño es el Museo de la Rioja, ubicado en un antiguo palacete del siglo XVIII. Este museo alberga gran cantidad de vestigios histórico-artísticos de todas las épocas que ayudan a trazar la historia de la comunidad autónoma.