Alcalá la Real

Situada en el extremo suroeste de la provincia de Jaén, Alcalá la Real destaca por ser uno de los municipios con más historia de España.

Su situación estratégica, entre las provincias de Córdoba y Granada, controlando el valle del Guadalquivir y la vega granadina, determinó en el pasado que fuese un enclave de importancia. El hecho de que se ubique sobre el cerro de La Mota también ha determinado que fuese un lugar vital para el control territorial y político antaño.

Dentro del término municipal se han encontrado diferentes vestigios de ocupación desde época paleolítica, siendo los primeros restos de relevancia de época romana, momento en el que el cerro comienza a ocuparse.

Con la llegada de los musulmanes la población comienza a ser denominada como “Qal'at Astalīr”. Su nombre actual proviene realmente del siglo XII, cuando fue rebautizada como “Al-Qal'a”, que significa “la fortaleza”.  Las grandes construcciones en la zona comenzarían en época de al-Hakam II (segundo califa cordobés), que levantaría una red de torres y atalayas para proteger el territorio frente a incursiones principalmente vikingas.

Con la disolución del califato, Alcalá paso a ser gobernada por el Reino zirí de Granada. Una plaza fuerte para controlar y realizar incursiones en el resto de reinos taifas. Sería en torno al 1140 cuando la actual fortaleza de La Mota se convierte en una estructura de referencia, justo cuando el dominio almorávide caía en favor de los almohades. En estos momentos la ciudad era realmente controlada por la familia de los Banu Sa'id, que llenaría de esplendor cultural Alcalá.

Con el avance de los reinos cristianos, Alcalá se convirtió en un punto de vital importancia para el Reino nazarí de Granada, último bastión musulmán en la península. Un núcleo fronterizo desde el que se controlaban los dominios castellanos. La población caería en manos del rey Alfonso XI de Castilla en 1341, un siglo y medio antes de la conquista de Granada. Sería este monarca el que le daría el nombre de “la Real”. Desde la conquista, Alcalá pierde su valor estratégico. La zona de La Mota se comienza a abandonar y el municipio se expande. El núcleo sería ocupado entre 1810 y 1812 por tropas napoleónicas en el marco de la Guerra de la Independencia. Ya durante la Guerra Civil, sería un punto fronterizo entre la zona sublevada y la republicana.

De toda esta historia queda una serie de patrimonio artístico de relevancia. Desde la fortaleza de La Mota hasta el Palacio Abacial o la iglesia Mayor Abacial, una construcción renacentista de gran relevancia. 

Alcalá la Real es en la actualidad un núcleo muy apreciado por el turismo nacional e internacional. Sus espacios naturales, su patrimonio o su gastronomía son de referencia. La Semana Santa y el festival de música Etnosur son dos momentos clave en el año, siendo cuando el municipio recibe mayor número de visitantes. A su vez, Alcalá se encuentra dentro del Itinerario Cultural Europeo de la Ruta del Califato, Castillos y Batallas y de la ruta Caminos de Pasión.