España y Eurovisión: de Conchita Bautista a Blas Cantó

El Festival de la Canción de Eurovisión lleva organizándose de forma ininterrumpida desde 1956, solo el año pasado fue cancelado por la situación derivada del COVID-19. España participa en el mismo desde 1961, cuando Conchita Bautista quedó novena con “Estando contigo”.

Desde 1999 nuestro país forma parte del Big Four, junto con Alemania, Francia y Reino Unido. Un grupo que pasó a ser Big Five en 2011 con la incorporación de Italia. Este conjunto de países pasa cada año a la final sin necesidad de pasar por la semifinal. Pese a esta situación de "gran final asegurada", los resultados españoles han sido buenos y malos, bastante variados a lo largo de estos más de 50 años. 

El cuádruple empate y las primeras victorias

Los diez primeros años de España en Eurovisión fueron realmente exitosos. Massiel ganó el festival en el Royal Albert Hall de Londres. Era 1968 y el “La, la, la” conquistó Europa, lo cual permitió que por primera y última vez hasta la fecha el festival fuese organizado en territorio español. Salvador Dalí diseñaría un llamativo cartel y el Teatro Real de Madrid fue el escenario escogido. TVE tuvo que alquilar equipos para poder retransmitir en color. España seguía anclada en el blanco y negro, algo que ya no ocurría en otros países participantes, de ahí que nuestra televisión tuviese que adaptarse. Pero esto no fue lo más sorprendente del festival de 1969.

Salomé fue la seleccionada para representar a España en “su festival” con la canción “Vivo cantando”. El resultado final fue totalmente inusual, algo que no ha vuelto a ocurrir y que en cierto modo va contra toda probabilidad. La cantante española ganó, pero empató en este primer puesto con Francia (Frida Boccara), Países Bajos (Lenny Kuhr) y Reino Unido (Lulu). Era un escenario para el que no había un plan previsto, así que la organización tuvo que improvisar. Se acabaron entregando cuatro trofeos, uno a cada delegación. Lo curioso es que, en esa misma edición, antes del recuento final, la presentadora española Laura Valenzuela preguntó a la organización qué ocurriría en caso de empate. Ante esto, la respuesta fue que “eso no había ocurrido jamás”.

Lo ocurrido en 1969 no convenció a algunos países como Portugal, Suecia, Finlandia o Noruega, que se retiraron. El festival de 1970 se acabó celebrando en Ámsterdam ante la renuncia de España, que había agotado buena parte de sus recursos el año anterior y se negaba a organizar de nuevo el evento. Fue una edición con solo 12 participantes, lo cual hizo pensar que Eurovisión moriría pronto. En el caso español, un jovencísimo Julio Iglesias acabó quedando 4º con “Gwendolyne”.

La victoria “robada” de Betty Missiego y los exitosos 80

La década de los 70 fue realmente exitosa para la delegación española. Karina quedó en segundo lugar con “En un mundo nuevo” en el festival de Dublín de 1971. Dos años más tarde, Mocedades repetía posición en Luxemburgo con el famoso “Eres tú”. España entró en el top 10 en varias ocasiones durante la década, con canciones como “Enséñame a cantar” de Micky o “Tú volverás” de Sergio y Estíbaliz.

Pero, sin duda, Betty Missiego con “Su canción” fue la que más cerca estuvo de ganar en 1979. Israel organizó esta edición en Jerusalén y nuestra representante consiguió quedarse a 9 puntos del triunfo. La cuestión es que son varias las personas que plantean que fue la propia TVE la que no quiso que nuestro país ganase. Miguel de los Santos, comentarista del festival en numerosas ocasiones, declaró que "si el jurado español no hubiese dado la máxima puntación a la canción israelí, el festival del 80 se hubiese organizado en territorio español y Betty hubiese salido victoriosa en el 79". Parece ser que a TVE no le interesaba encargarse del festival del 80.  La realidad es que los votos siempre se dan antes del recuento final, lo cual desmonta estas teorías de la conspiración.

En los años 80 solo Bravo obtuvo un buen puesto. Concretamente, el grupo quedó 3º en Luxemburgo con “Lady, Lady”. Tampoco le fue mal a Nina, que quedó en 6º puesto en 1989. En esta década también se produjo uno de los momentos “menos buenos”, con el último puesto (0 puntos) de Remedios Amaya con “¿Quién Maneja mi Barca?”. La realidad es que no era el primer último puesto de España sin puntos, algo que ya le había ocurrido a Conchita Bautista en 1965 y Víctor Balaguer en 1962.

Los 90 y el comienzo de un siglo “discreto” en lo musical

Durante los 90 la representación española volvió a rozar el éxito. Azúcar Moreno consiguió un 5º puesto en 1990 con “Bandido” en Zagreb. Todo a pesar de que tuvieron que salir dos veces a escena, puesto que la primera la organización introdujo la música de forma errónea. Sergio Dalma subió una posición al año siguiente en Roma con “Bailar pegados” y Anabel Conde consiguió un segundo puesto en Dublín en 1995 con el tema “Vuelve conmigo”.

En 1999 el siglo acabó con un último puesto de Lydia en Jerusalén, la canción “No quiero escuchar” no pareció calar en el público europeo. Comenzaba así un periodo de 20 años en los que España no destacó por sus altas posiciones. David Civera en 2001, Rosa López al año siguiente y Beth Rodergas dos años más tarde serían nuestros únicos representantes en el Top 10 en los primeros años del siglo XXI. A estos hay que añadir el 10º puesto de Ramón en 2004 y de Pastora Soler en 2012. Esta misma posición la obtuvo Ruth Lorenzo en 2014 con “Dancing in the rain” en el festival de Copenhague.

La realidad es que España es más recordada este siglo en Eurovisión por momentos anecdóticos. Un claro ejemplo es el de Daniel Diges, participante en el festival de 2010 en Oslo. Mientras cantaba, en pleno directo, tuvo que enfrentarse a un espontáneo que saltó al escenario y que durante más de 20 segundos interfirió en la actuación. El cantante español pudo repetir su actuación en la final sin necesidad de ganar, siendo esta la segunda vez que ocurría en toda la historia del festival. El precedente está en 1958, cuando Domenico Modugno actuó de nuevo al no poder emitirse su actuación en varios países por un fallo en la red.

Dos años antes de lo ocurrido en Oslo, Rodolfo Chikilicuatre sorprendía a Europa con una performance más humorística que musical. El festival de Belgrado en 2008 fue el escenario de una de las actuaciones más divertidas y polémicas de nuestro país, que para sorpresa de todo el mundo acabó en el puesto 16º. Esto es algo que no pueden decir muchos de nuestros representantes.

En los últimos años, lo más destacado ha sido el “gallo” inesperado que apareció en la actuación de Manel Navarro en Kiev en el 2017. La canción “Do it for your lover” cosechó un último puesto con 5 puntos.

Eurofans y España

Los eurofans, fieles seguidores del concurso, son bastante numerosos en diversos países. Una legión de personas que cada año viajan a la sede del festival, con el objetivo de conocer mejor la zona, disfrutar de la música y de los diversos eventos que se organizan más allá de la gran final.

En España existen dos grandes asociaciones de fans del festival constituidas legalmente. Hablamos de la Asociación de Eurovisivos de España y de la O.G.A.E. Spain, que anualmente celebran congresos y fiestas. Uno de estos eventos a los que asisten de forma importante es la ESPreParty, organizada por Eurovisión Spain, la web de referencia del festival en español. Una especie de “mini festival” que invita a los representantes de los diversos países antes de que se celebre el propio gran evento.

Las expectativas para este año son grandes, después de que en 2020 la pandemia impidiese la celebración de Eurovisión en Rotterdam. Si pueden, estos grandes grupos de fans se trasladarán a los Países Bajos. Si no, las canciones seguirán sonando a través de las televisiones de todo el mundo. Porque no cabe olvidar que Eurovisión es sin duda uno de los eventos más globales.

Como puede observarse, la historia de Eurovisión y España es de lo más interesante. Con momentos de lo más variopintos, diferentes, alegres y tristes. Para conocer mucho mejor qué es Eurovisión y qué momentos históricos ha protagonizado nuestro país recomendamos realizar la visita virtual: la historia de Eurovisión. Porque más allá del propio evento, el festival conocido a nivel mundial contiene una serie de historias increíbles.