Castillo de Zafra

Se trata del castillo más espectacular y llamativo de Guadalajara. La roca sobre la que está asentado, fue tallada para que se acentuara su declive y su carácter inexpugnable. En la pradera circundante, quedan restos mínimos de construcciones, que pertenecieron muy posiblemente a la muralla de un castillo externo, que se utilizaría como caballeriza o como patio de armas.

Hoy, el Castillo de Zafra, se encuentra restaurado parcialmente, conservándose parte de los muros que formaron su muralla almenada, reforzada con torres en las esquinas. En su patio de armas, podemos encontrar el aljibe. Se conservan aún cimientos de lo que en su día fue otra torre que abarcaba de un lado a otro la roca, y que al atravesarse, se puede entrar a lo que fue el patio de armas, desde el cual se accede a la torre del homenaje -hoy reconstruida totalmente-, mediante una escalera de piedra adherida al muro.

La torre del homenaje, conserva aún una puerta gótica con arco apuntado. En su interior, hay una escalera de caracol que da acceso a la terraza de la parte superior.

El enigma aún no resuelto por los historiadores, es el área que delimitan las murallas de esta fortaleza, cuyo espacio es escaso para depositar armas o víveres. Existe la teoría, de que se excavaron grandes cuevas en la roca sobre la que se sustenta el castillo.

Para subir al castillo sobre el peñón, hay que subir una escalera que de madera que puso el actual propietario, el Sr. Sanz Polo. Anteriormente, la única manera de poder acceder al castro, era escalando la roca, suponiendo verdaderamente un riesgo. Se sabe, que, en tiempos de los condes de Lara, tenía tal acceso que fue calificado de gran ingenio y traza por los cronistas.

En el año 2016, este enclave se hizo muy famoso, por ser uno de los escenarios de rodaje para la sexta temporada de Juego de Tronos. Concretamente, aparece en el tercer capítulo en una escena de más de cinco minutos, como “La Torre de la Alegría” del Reino de Dorne.