Loja

La localidad granadina de Loja alberga grandes atractivos monumentales y naturales, gracias a la calidad de su paisaje. Es conocida como la “Ciudad del Agua”, por pasar por ella el río Genil, dividiendo en dos el pueblo.

Se encuentra en el Poniente Granadino o el “surco intrabético” como cruce de caminos con la provincia de Córdoba al Norte, Alhama de Granada al Sur, Sevilla y Málaga al Oeste y Granada capital al Este, distándole tan sólo 53 kilómetros. Con una altitud de 448 metros sobre el nivel del mar, Loja representa los últimos escalones de altiplanicies que comunican Andalucía con el Levante.

Su orografía es de contrastes, oscilando alturas desde los 487 metros del núcleo urbano hasta los 1614 metros del Pico de las Cabras en la Sierra de Loja. Esta característica convierte al municipio lojeño en un destino ideal para contemplar vistas espectaculares, divisándose a menudo en sus cielos parapentes y deltas.
 

Por su situación, los orígenes de Loja se remontan a la Prehistoria. Los fenicios la llamaron Alfeia, los romanos Tricolia y los árabes la denominaron Loxa o Medina Lauxa. En época musulmana, Loja se convirtió en un gran núcleo comercial, especialmente dedicado a la compra-venta de especias. Se destruyó la ciudad en el año 893 d.C., pero se reedificó por Abdallah ben Mohammad. El dominio cristiano de Loja se produjo en 1486 por los Reyes Católicos, tras varias vicisitudes anteriores.

De entre sus efemérides destaca el nacimiento en 1799 de Ramón María Narváez, conocido como el “Espadón de Loja”. Narváez fue Jefe de Gobierno de Isabel II y una figura militar relevante en las Guerras Carlistas. La importancia histórica de Loja también se refleja en que comparte nombre con una ciudad y provincia ecuatoriana, tras su fundación en 1553 por el capitán español Alonso de Mercadillo.
 

Fruto de su historia, Loja conserva un destacado legado patrimonial, estando declarada Conjunto Histórico-Artístico. Sobresalen aquí importantes sitios de interés como la Alcazaba, la Iglesia Mayor de la Encarnación (con rango de colegiata y sede del arciprestazgo de Loja), la Iglesia de San Gabriel, el Museo Histórico Municipal de la Alcazaba y el Centro de Interpretación Histórico de Loja. Sin olvidar los dólmenes de la Sierra Martilla o el Palacio del General Narváez, entre otros monumentos religiosos y enclaves por descubrir.
 

Como hemos comentado anteriormente, Loja es conocida como la “Ciudad del Agua”, situada en el estrecho valle formado por el río Genil que se abre paso entre la Sierra de Loja y el Monte Hacho. Su paisaje es de tal riqueza y belleza, lleno de contrastes, que atrae a los amantes del turismo activo. Aquí se puede practicar deportes desde el senderismo hasta la pesca deportiva, vuelo libre y escalada en la vía ferrata Cueva Horá.
 

De sus variados recursos naturales, sobresalen parajes tan pintorescos como el Monumento Natural de los Infiernos de Loja, el Monumento Natural del Nacimiento de Riofrío, Monte Hacho, las Salinas de Fuente Camacho, Las Chorreras, el Albarracín y el Nacimiento El Frontil.
 

La gastronomía de Loja resalta por contar con productos de primera calidad, como el Cordero de la Sierra de Loja (denominación propia), chacinas, jamón, espárragos verdes, aceite de oliva o los deliciosos roscos de Loja. Su Caviar de Riofrío fue galardonado con el Premio al Mejor Caviar del Mundo en 2005.