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La localidad de Alfacar se encuentra en el centro-norte de la Vega de Granada, a pocos kilómetros de la capital granadina. Pertenece al frondoso Parque Natural de la Sierra de Huétor.
Se compone de dos núcleos de población, Alfacar (núcleo principal) y Fuente Grande. Este último recibe el nombre por su gran manantial homónimo o acequia Aynadamar (siglo XI), nombre que le dieron los árabes y del que procedería su denominación Fuente de las Lágrimas (Ayn es ojo y por extensión fuente y damar significa lágrimas).
Alfacar goza de fama mundial gracias a sus prestigiosos hornos de pan y sus más de cincuenta panaderías, entre obradores y despachos. El pan de Alfacar ostenta el sello de protección IGP de la Unión Europea. Pero esta industria panificadora de Alfacar no es casual, sino que continúa una tradición que se remonta al origen árabe del pueblo. De hecho, su nombre proviene de la época andalusí, aludiendo a los abundantes alfares presentes por aquel entonces. También existieron numerosos hornos de pan y magníficos panaderos artífices de dicha tradición.
Durante esa época, en el siglo XIV, Ibn al-Jatib (escritor, historiador, entre otras facetas intelectuales y políticas en la Granada nazarí) describió la villa en sus crónicas como un lugar de recreo para las clases pudientes de Granada, con grandes viviendas que aguardaban lujosos aposentos.
Un sitio de interés imprescindible de origen andalusí en Alfacar son los Baños Árabes (siglos XIII - XV). Fueron descubiertos recientemente, ocultos entre varias viviendas actuales de la Plaza del Baño, en las inmediaciones de la Iglesia de la Asunción. Hoy solo se conserva la sala templada y la caliente, habiendo desaparecido la sala fría y el vestuario. Su abastecimiento se producía mediante la acequia de Aynadamar (Fuente Grande).
Ya con la llegada de los Reyes Católicos, Alfacar se fue adaptando a la cultura cristiana. Destaca de su casco histórico la mencionada Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (siglo XVI). Fue construida con planta de una sola nave y torre campanario, sobre una anterior iglesia que sustituyó a una antigua mezquita árabe. Su traza se relaciona con los maestros en templos granadinos de la época, Diego de Siloé (arquitecto que diseñó la Catedral de Granada) y Ambrosio de Vico.
La alquería de Alfacar tenía dos recintos amurallados. Del recinto del alcázar se conserva el pintoresco Arco de Somera. Este recinto comprendía en su momento la calle actual de acceso al pueblo, las calles Cárcel y Zancanal, la Plaza de la Iglesia, y borde de la meseta de esta zona al Este y Sur. El otro amurallado se situaba en el resto del casco histórico, el actual extremo Suroeste hasta el lado Noreste del baño árabe, pasando por la Plaza de la Iglesia.
Otros lugares destacados de Alfacar son la Ermita de San Sebastián (1899), dedicada al patrón del municipio; las encantadoras fuentes distribuidas por sus calles, plazas e incluso en la Sierra de la Alfaguara; el Parque Federico García Lorca (1986), en conmemoración al poeta, cuyo asesinato se cree que se produjo en Alfacar a inicios de la Guerra Civil Española; el Parque Puente de los Panaderos (2015), construido como homenaje a dicho oficio en el pueblo; y el Monumento al Donante (1996), en reconocimiento a los donantes de sangre.
El entorno natural que rodea al pueblo también es de gran atractivo para el turismo activo en Alfacar. La Sierra de la Alfaguara se encuentra junto a la localidad, en pleno Parque Natural Sierra de Huétor y a tan sólo 20 minutos en coche desde Granada capital. Su paisaje rebosa de pinares y goza de una red amplia de senderos, con rutas adaptadas a todos los niveles y señalizadas. Es un lugar ideal para disfrutar en familia los fines de semana y que los más pequeños descubran la naturaleza. El punto de partida de las rutas es el Merendero de la Sierra de la Alfaguara. Estas llevan a descubrir las trincheras de los alfacareños durante la Guerra Civil, cuevas y muchos miradores con vistas increíbles sobre Sierra Nevada.
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