Poblado talayótico de Torre d’en Galmés

Torre d’en Galmés es el poblado talayótico más grande hallado en las Islas Baleares. Su extensión abarca hasta 62.000 metros cuadrados.
 

Se localiza en una colina que hay cercan a la carretera Alayor-Son Bou. Cerca de él también se conserva un dolmen y las ruinas de un edificio talayótico que se conoce como “Sa Comerma de sa Garita”.
 

Data desde la época pretalayótica hasta la romana. Algunos restos corresponden a la Edad media, pero la mayoría de restos que hoy se conservan son de la Edad de Hierro.

Comprende restos de diversa tipología, como son tres salas hipóstilas o con columnatas, tres talayotes, un sistema para recoger las aguas fluviales, un recinto de taula, veintisiete viviendas (documentadas) y varias cuevas que se excavaron en la roca.
 

Los tres talayotes dominan el poblado en la parte más alta, cumpliendo su función de atalayas vigías del territorio. Según G. Rosselló (director de las excavaciones en los años 70 y 80), este recinto de tres talayotes podría haber sido para uso público, donde se concentraban los habitantes para celebraciones y ceremonias. Cerca de éstos, está el recinto de taula dedicado al culto religioso.
 

Las estructuras que se conservan por todo el poblado para las viviendas son circulares. Algunas viviendas halladas en la parte baja de la colina, tienen sala hipóstila, que servía para almacenar o para otro uso auxiliar. El agua de la lluvia se recogía aprovechando los filtros naturales que se excavaron en la roca. Se llevaba a los depósitos grandes mediante canalizaciones.
 

La planta del santuario tiene forma de herradura. El elemento central era en su origen una gran “T” compuesta por dos losas de piedra superpuestas (hoy la losa vertical está rota). Dicha “T” mide 1’95 metros de altura, 1’50-1’60 metros de largo y 0’40 metros de espesor. La piedra que hacía la función de capitel está tumbada frente a la piedra soporte y se reutilizó como tumba en tiempos tardo-romanos o medievales.
 

Las viviendas circulares tienen la entrada situada al sur y se construyeron mediante la técnica ciclópea (con piedras grandes sin argamasa). De un patio central partían muros radiales que separaban las habitaciones.
 

De los objetos hallados en este yacimiento destaca una figura de bronce del dios egipcio Imhotep. Se halló precisamente en santuario o recinto de taula y es el único que se ha encontrado en un yacimiento arqueológico fuera de Egipto. Tanto por esta figura como por otras que se encontraron, se intuye que aquí habitó alguien que practicaba los rituales de culto a Imhotep.
 

Hoy día el Torre d’en Galmés continúa siendo estudiado por equipos de la Universidad de Boston y del Museo de Menorca. Está musealizado y abierto al público, apoyado por el centro de interpretación.