Mérida

Situada al norte de la provincia de Badajoz, Mérida es una ciudad en la que se puede revivir lo que fue el antiguo Imperio romano.

Mérida fue fundada como colonia romana en el año 25 a. C. por orden del emperador Octavio Augusto. El objetivo era que fuese un lugar de retiro para los soldados veteranos, denominados eméritos. Su nombre, Emérita Augusta, procedía precisamente de la combinación de Augusto y eméritos. De este periodo nos quedan el Templo de Diana, la Casa del Mitreo, el Arco de Trajano, el Anfiteatro,  el Puente Romano, el Teatro, el acueducto o el Circo. A su vez, el Museo de Arte Romano posee una serie de piezas encontradas en las diferentes excavaciones.

De época musulmana también han pervivido diferentes restos. De este periodo data la Alcazaba, mandada construir por Abderramán II. En 1209 las tropas de Alfonso IX conquistan la ciudad, que la convertirán en sede del Priorato de San Marcos de León de la Orden de Santiago. Mérida creció de forma importante desde el siglo XIX, siendo declarada en 1983 capital de Extremadura.

En 1993 el conjunto arqueológico Emeritense fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un reconocimiento realmente merecido para una ciudad que puede transportarnos a la antigüedad romana.

Más allá de su increíble patrimonio, Mérida se encuentra a menos de 10 km del Parque Natural de Cornalvo y a 3 km de la Presa de Proserpina (de origen romano). Espacios naturales ideales para pasar un día disfrutando de un entorno único. A su vez, cabe mencionar también otro lugar visitable muy interesante: el Dolmen de Lácara. Este vestigio prehistórico es una joya arquitectónica del calcolítico de gran interés turístico.

En lo que se refiere a las festividades, en la ciudad se celebra anualmente el Carnaval Romano de Mérida. También destaca su Semana Santa o la Feria de septiembre. Todo esto se combina de forma ideal con una gastronomía rica y variada, degustable en una gran cantidad de restaurantes, bares y tabernas. Podemos destacar el jamón ibérico, el queso o platos como la caldereta de cordero, el conejo o la perdiz.